Esta sesión de embarazo en el Torcal de Antequera fue muy especial. 

Amanda es una gran amiga y compañera, nos conocemos desde hace ya unos años y un dia me llama para decirme que estaba embarazada.

Nos fuimos a este paraje protegido, que es el Torcal de Antequera. Un macizo que surgió del océano en el periodo Cretácico y que es prácticamente único en el mundo. 

Yo ya habia tenido la oportunidad de hacer una sesión aqui, una tarde que vine acompañando a dos locos brasileños. Pero esta vez no eran dos. Sino tres.

A mi siempre me da mucho respeto ver a una mujer embarazada hacer deporte, parece que en cualquier momento puede salir el bebé. Y en vez de personas frágiles como pudieran aparentar, son personas fuertes y con muchísimas ganas de aventura. Y con Amanda fue así.

Tenía ganas de andar, de moverse mucho y de dejar el trabajo y el estrés, atrás. Era un día para respirar aire puro, disfrutar de Manu, agarrarlo de la mano y tomarse un día libre. ¡Y eso hicieron! 

Yo solo procuré intentar mostrar lo que transmiten, un profundo amor el uno por el otro, un respeto absoluto a la persona a la que han decidido cuidar para siempre, que está enfrente de ellos y la peque que aún no había nacido. 

Esta es una historia de rocas, piedras, plantas que nacen de cualquier sitio y que luchan por sobrevivir, y de árboles maduros. Pero también lo es de dos personas que se quieren, que han prometido amarse, que han decidido ir más allá y ser como esas plantas que nos rodean: fuertes, vigorosas, impetuosas y cercanas unas con otras. 

Su historia es la de muchos otros. Una locura y bendita aventura. Pero ésta, es la suya.

Su sesión de embarazo en el Torcal de Antequera.